Flow: qué es y cómo lo experimentamos en Espai Philae

15 Ago
2019

Flow – o flujo, fluir – es un concepto que aparece por primera como término científico en 1975, gracias al famoso psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi. Se puede definir como un estado mental en el cual una persona está totalmente inmersa en la actividad que ejecuta.

Según este psicólogo, las claves de una buena experiencia de flujo son cinco: unos objetivos claros y alcanzables; un alto grado de concentración y de enfoque en un campo de atención limitado; una retroalimentación directa e inmediata que hace que la persona mantenga una energía constante; un equilibrio entre el nivel de habilidad de la persona y el grado de desafío que le supone esa actividad; y por último una sensación de gratificación intrínseca, implícita.

¿Cómo funciona el flujo en la realidad?

El flujo es un estado bien conocido en el mundo de las artes: es el estado que permite al pintor dar vida a un cuadro maravilloso (como dice Pablo Picasso, “En el arte, no hay ni pasado, ni futuro. El arte que no está en el presente no será jamás”), o que permite al bailarín captar todas las miradas del público y emocionarle (de hecho, al ser una actividad completamente corporal, la danza es una excelente herramienta para experimentar el flujo).

Aun así, el estado de fluir es algo que todos podemos vivir en el día a día: por ejemplo, un padre o una madre pueden disfrutar plenamente jugando con sus hijos, sin perderse en ese listón de tareas pendientes, sin ofuscar la experiencia con el miedo a los obstáculos que ese niño un día encontrará. En otras palabras, sin caer en ese círculo vicioso del pensamiento que es la rumiación mental.

El flujo tiene el poder de provocar un bienestar más sólido, más profundo que un cualquier placer de breve duración. Es como si nuestro cuerpo, nuestro corazón y nuestra mente condujeran en una misma dirección, a una misma velocidad. Cuando tenemos la experiencia de un estado de flujo, no miramos el reloj ni nos damos cuenta del tiempo que pasa – retomando Picasso, en nuestra mente no hay espacio ni para el pasado ni para el futuro. Se puede decir que una hora de ese bienestar puede compensar todo un mal día entre prisa y preocupaciones.

El flujo en Espai Philae

En Espai Philae la búsqueda del estado de fluir es una constante. No hay curso que no esté centrado en esto o trate del tema de una forma directa. El arte como desarrollo personal, la improvisación y el juego teatral, la movilización de la energía corporal… Para todos los profesores de la escuela el flujo es una columna importante de su trabajo. Y ¿cómo lo ponen en práctica? … Secreto profesional 🙂 Pero vamos a daros un par de pistas.

En ciertos juegos gestálticos, en pareja o en pequeños grupos, centramos el cien por cien de nuestra atención en lo que está ocurriendo, dejándonos afectar por el otro, a corazón abierto; nos entregamos para no interponer filtros mentales que acabarían por estropear la genuinidad de nuestra experiencia. En ciertas dinámicas teatrales, despertamos todo el potencial de nuestra creatividad, dando vida, con el cuerpo y con la voz, a nuevos escenarios que atrapan el interés de las personas que nos rodean, hasta el punto de sentirnos decir “nunca me hubiera imaginado todo esto de ti”. Te costará hasta reconocerte. Es una promesa.

Así que ¿cuál es la mejor forma de descubrir el mágico mundo del flujo?

¡Emprender un viaje en Espai Philae!

Andrea Nasato